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miércoles, 11 de septiembre de 2013

0800-call center

Me siento frente a la pc, en un costado tengo una tortilla medio fría, a la izquierda tengo un vaso con jugo de pomelo, los de sobrecito, esos que dicen que es el cáncer en polvito, que entre el edulcorante y el colorante estás asesinando suavemente a tu cuerpo. No se si es verdad. Tengo unos amigos que estudian biotecnología y dicen que el aspartamo está comprobado que es dañino en grandes cantidades. No sé. Ellos toman coca cola. Mi abuelo dice que la Coca tiene ácidos que le hacen no se qué a un tornillo. Mi abuelo toma jugo en polvito también.
Yo tomo Coca Cola y jugo en polvito, moriré joven.
En la tortilla hay pedazos de cáscara, casi ni me doy cuenta. Mamá debe estar también en la moda naturalista de Coca Cola life. Devoré todo, frente a la pc. Y si, laburar a la tarde/noche tiene esas cosas. Llegas casi a la 1 cuando la mayoría están durmiendo, a veces con el cerebro un poco quemado  y otras con bastantes ganas de sentarte a escribir lo que te pasa. Qué laburo che. Trabajar de atención al cliente en un call center es, para los que nunca pisaron uno, como discutir con tu pareja por teléfono. Pero involucra menos bronca y resentimiento, en la mayoría de los casos.  
-Hola  ¿Cómo estás? Bien, contenta, en el trab... Sí, en el corto nos fue muy bien, fue un re laburo, pero amé ese fin de semana… sí, ya se que no nos vi… Bueno si pero quedó muy bien, laburamos muchísimo ¿Vos?... Sí, no te…bueno pero estaba a full, ni tiempo de hacer pis tenía… te mandé mensajes cuand… ¿Me estás jodiend…? ¿Cómo que no me conocés? ¿Me estás jodi...? Pero escuc… si no me dejas hab… Si, dale, hablá te escucho a ve… Pero es importante para m… sí, vos también p… ¿Ah, no me conocés…? Bue… Chau.
-Buenas tardes, mi nombre es Rocío, ¿con quién tengo el gusto de hablar? Matías, bien, te pido el número de radio o de tel… ¿Desde el que estás llamando? Perf… … … Sí, antes que nada te pido a nombr… si, a  nombre de quién está la línea… Perfecto, decime ¿En qué te puedo ayudar? Sí, el monto de la fact... ¿No la recibiste? Bueno, dejo constancia de… Sí, ya venció. De acuerdo a tu cuenta siempre tenés el vencimiento… Podías verificarlo con nosotros o en… no sabría decirt… Sí, te estaba por indicar, el monto es… 648, 52. Bueno vos tenés un plan… lo que pasa es que hiciste un cambio de plan… si pero hiciste un cambio a un pla… si pero si hacés más llamadas… clar… si hacés más llamadas de las que vienen en el abono se te cobran a contrafactura. Podés pedir el detalle de llamadas si deseás… ¿Darle de baja? Sí, tenés que generar un preav… y tenés una multa por permanen… Sí, te escucho… no, lamen… lamen… no, no se puede. Mi superior te va a indicar lo mis… tenés un excedente de 300 pesos en llamadas Matías, si controlás el… Bue… hasta luego.
Por lo menos en el call me pagan.
El otro día por internet vi la publicidad de una obra de teatro que se llama 0800-call center. Me dieron muchas ganas de verla, pero no puedo, los viernes salgo muy tarde, para cuando termino de trabajar todas las obras de teatro y recitales mínimamente están por la mitad. Me gustaría ver cómo representan lo que vivo. Sería una obra de teatro de mi trabajo, y seguramente la escribió alguien que pasó por esto, y se dio cuenta, como yo, que hay que tomársela con humor. Digo, la compu nueva y el arreglo de la ventana hay que garparlos de alguna manera.
Me puse a pensar, un call center es un caldo de cultivo para los chismes y hay un par de historias graciosas para contar. Es divertido cuando apenas te sentás, y mientras te acomodás ves la frustración de las personas que están hace unas cuatro horas, y están en medio de una llamada tediosa. No, mentira, no es divertido, porque sabés que algún día el imbancable te puede tocar a vos, y podés estar 40 minutos con la misma persona explicándole las mismas cosas hasta que entienda. Corta, y vos no tenés más saliva para el resto de la década.  
Me acuerdo la primera vez que escuché que golpeaban la mesa y me asusté. Después me acostumbré. Llaman directamente enojados con Mister Empresa, no quieren entender la explicación y no dejan que les hablen. Creo que es más barato llamar a un asterisco que ir a un psicólogo, es una manera de hacer catarsis. Hasta ahora no le pegué a ninguna mesa, y cada vez que escucho que alguno le pega al escritorio para no mandar a alguien a la mierda, me río bajito.
Mi tía una vez me dijo algo, y es que todas las empresas de telecomunicaciones cagan a la gente de alguna u otra manera, y si, es verdad. No sé por qué las personas se siguen sorprendiendo por eso. 
Termino la tortilla y le hablo a una amiga por facebook, antes de irse me pasa un link de música francesa, medio clásica, medio extraña. Bah, la música que le gusta a ella. Es suave y mantiene un ritmo casi melancólico, pero interesante a la vez. Me hace acordar a esas películas “independientes”, filmadas con cámara en mano, con protagonistas complejos y dudas existenciales acerca del amor, la tristeza y la amistad. Esas que te muestran lo que ya sabés, lo dura e injusta que es la vida, qué tan moldeables somos a lo que nos pasa, y dejan una lucecita de esperanza para el futuro, para mirar hacia adelante y apoyarte en lo que te hace bien. Me acuerdo de la última película de ese tono que vi hace unos días, y que puse un mensaje mitad melancólico mitad esperanzador en mi muro, y una de mis primas me dijo que sonaba a publicidad de levité.
Levité pomelo, rosa. Cuando pienso en rosa se me viene a la mente la frase de un compañero de facultad. Se estaba quejando de la “actitud de minita” que copia y pega frases de Cortázar para parecer intelectual, esas frases que por cliché ya no gustan demasiado, justamente porque no lo vemos más a Cortázar, sino que vemos a los que copian y pegan. Hablando de Cortázar, estoy leyendo Rayuela, y me acuerdo de este compañero, y de otra frase más que leí por ahí. Se reproducen por las redes sociales como un virus, las oraciones inteligentes, románticas y las fotos de personas enfermas que van a mejorarse con un “like”. Me acuerdo de todo esto porque leo el libro y de repente siento que una frase ya la digerí hace un tiempo, esa sensación de deja vú. Y no, nada de superpoderes, es que leí la frase en facebook con alguna foto sacada de google de dos desconocidos besándose. Esto es el spoiler de Rayuela prácticamente. Suspiro, miro por la ventanilla qué tan lejos estoy del trabajo y me meto en el libro de nuevo.
Subo por el ascensor, saludo al chico de seguridad, paso la tarjeta por el molinete y si la recepcionista está mirando le dedico una sonrisa. Tengo un locker con un cuaderno y muchas lapiceras. Antes lo compartía con dos chicas pero las echaron. Echaron a mucha gente, hay muchos lockers vacíos.
Paso por la sala de break vacía, ahora pusieron dos lcd, en uno a veces pasan partidos, y en el otro una película o el noticiero. A veces mirar el partido vale la pena, más cuando Feinmann está en la otra tv hablando de Mangieri. O Chiche, el pseudo periodista con su staff de gente calificada hablando de cosas sin sentido, no sabés si habla Chiche o Doña Rosa, o si son la misma persona. Igual desde que estoy en este laburo casi que ni puedo ver un partido entero… A veces salgo de break justo para enganchar 15 minutitos de juego, me tomo un matecocido, como unos bizcochitos, y sufro un poco. Hay otro chico que también es de San Lorenzo, me cae simpático, pero creo que es mufa, siempre que coincidimos en ver el partido perdemos, voy a tratar de salir al descanso cuando él haya vuelto.
Entro al piso y de repente escucho “el murmullo”, un montón de personitas hablando por teléfono a la vez. Quizás es un poco molesto para el que no está acostumbrado…
Cliente: Te estoy escuchando a vos y escucho el ruido de fondo, no se como te podés concentrar…
Operadora de call center: Jaja, te acostumbrás.
Cliente: Me imagino, yo no podría, mataría a todos.
Para mí el peor murmullo es el del patio de comidas, ese sí que lo detesto. El del call es un poco más ameno, menos frío y menos blanco. Si hay algo en el mundo que detesto son los patios de comidas, será porque laburé mucho en shoppings, no se. Hay gente que odia el blanco de los hospitales, yo odio el blanco de los patios de comidas. Hay una banda sonora que nunca se calla, y el aire, es un aire artificial. No me digan que soy la única loca que puede sentirlo. Apenas entrás a un patio de comidas respirás otra cosa, te entra por los pulmones algo antinatural, totalmente preparado y acondicionado. Acá es otra cosa, cuando entrás al piso también sentís el cambio de aire y “el murmullo”, pero en mi fantasía parece un poco más hogareño y simpático. Trato de elegir un box, a veces se puede y a veces no. Generalmente los miércoles y jueves es imposible elegir y me toca el peor; la silla más incómoda, el mouse más golpeado y la vincha más destruida. Nada, cosas del horario. Última en llegar, último lugar. La mayoría de los operadores se van a las 8, y ahí hacés el cambiazo.
Te sentás, te logueás, abrís el mail y mientras leés las novedades esperás a que se haga la hora exacta para marcar “ready”.

- Buenas tardes, mi nombre es Rocío, ¿con quién tengo el gusto de hablar? Antonella, perfecto, te pido un número de teléfono o de radio por favor… ¿A nombre de quién está la línea?

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