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sábado, 26 de abril de 2014

Contradictorio

No sabe si le gusta más el chocolate o el queso cremoso, ver los videos de Rihanna o escucharlos, levantarse tarde para dormir más, o levantarse temprano para dormir siesta después. Está cansada de que Facebook le sugiera ser amiga de gente que en la vida real no le interesaría conocer, pero en Twitter le gusta seguir a gente que en la vida real jamás le interesaría saludar. Cada vez y con más frecuencia duda de algún problema de bipolaridad, durante un par de horas es la mina más sociable del planeta y por el resto del día disfruta del silencio como si fuera lo más frágil del mundo. Está cansada de que su jefa se parezca a la directora del secundario y a la vez le gusta que los descansos sean como recreos. Le enferma la gente que justifica todo con refranes, que cree en el destino y la que se estanca en lugares sin salida, amorosos, laborales y académicos, por más que muchas veces siente que esta estancada en todo eso. Anda en la búsqueda eterna de sensaciones, pero no probó muchas drogas. Tiene la teoría de que lo que separa a las ilegales de las que venden en la farmacia es que las segundas son todas para calmar ansiedades y bajar revoluciones, mientras que las ilegales son más psicodélicas. Está segura que los uruguayos entendieron esto y por eso hicieron ley el pedido de Pity. Los dolores de cabeza le duran tres días seguidos, los noviazgos dos semanas y los amantes seis meses. De chica leyó la Biblia entera y al final entendió que todos decían lo mismo pero usando distintas palabras, lo que nunca entendió fue qué querían decir. De grande leyó Rebelión en la granja, perdió la fe en las personas y empezó a creerle a Marx. Le gusta estar soltera porque se depila sólo cuando tiene ganas, y le gusta estar en pareja para que la abracen cuando no tiene ganas de nada. Le gusta el verano para tomar mate en la terraza y el invierno para tomar mate en frente del monitor. Cree que todas las reglas tienen excepciones pero duda mucho cuando la excepción puede ser ella (vio muchas películas románticas pero también tuvo muchos desencuentros amorosos). Quiere estudiar publicidad pero no soporta ver las publicidades de productos de limpieza, shoppings, tarjetas de crédito, perfumes o comidas "facilísimas de preparar". Se muere por un beso de desayuno pero jamás besa sin cepillarse los dientes. Le encanta bailar pero el principio de la adultez fue matando esas ganas que le daban de bailar en medio de la calle cuando era adolescente. Tiene ganas de pensar todo el día en alguien que recién conoce, pero se la pasa pensando en alguien que conoce demasiado. Se la pasa pidiendo tiempo libre y cuando lo consigue encuentra tantas cosas para hacer que no sabe por dónde empezar, así que se sienta a escribir. Se le pegan mucho los gustos de los hombres con los que sale, pero las manías son todas de ella. Le gusta tanto la música en castellano como en inglés, pero para estudiar sólo puede usar canciones que no conozca. Anda en la búsqueda del enamoramiento constante, de la idealización permanente pero no del amor para siempre. Le gustaría empezar a desenamorarse de alguien nuevo, pero todavía no termina de desenamorarse del anterior. Cuando escribe mezcla cosas que le pasan a ella con pedacitos de ficción, para poder decir lo que quiere decir sin que nadie sepa si es verdad o no. Cuando le preguntan si habla de alguien o creó un personaje, se ríe y no cuenta el secreto, excepto a un tal mágico, que supo cómo endulzarla para sacarle información.

4 comentarios:

  1. Uff, te felicito. Considero bastante difícil contar algo cotidiano de una forma tan especial. Una entrada magnífica, te sigo.

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  2. Un gusto Dinora! Muchas gracias por tus palabras, estaré chusmeando tu blog también.

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