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viernes, 4 de octubre de 2013

Ah, es viernes.

Hay chicas pintadas, con medias negras y polleras cortas caminando por el metrobús. Ah, es viernes ¿En qué momento de la vida dejé de darle importancia a los viernes? Quizás cuando empecé a tener franco los lunes… No sé, voy en contra del mundo, otra vez. Pero no hay nada de malo en eso, los domingos a las 22 horas, cuando todos están lamentándose que está por empezar el lunes, yo me pongo contenta porque sé que toca noche de películas, series, y dormir hasta cuando quiera. Ah, no, rindo el martes. Bueno, este domingo no voy a ser tan feliz.
Tengo la cabeza en Perón y en la ley de medios, pero la vieja. Me duelen los hombros “¿Qué mochila cargarás?” Me diría una amiga.
Escribo en el celu como ayuda-memoria unas frases sin mucho sentido ni conexión, ideas que se me ocurren a las 23.45, porque tengo ganas de vomitar y no tengo cuaderno.
¿Soy la única mina que le mira el culo a otras minas? ¿Homosexualidad latente? No, el que me conoce sabe que no, pero por ahí lo pensó alguna vez. Digo, ¿Quién tiene su primer beso con alguien del mismo sexo en preescolar?
Barney se enamoró de Robin, era la mejor noticia que me podían dar. Lo amo con todo el corazón. Enamorate de mí.
“No quiero ser el novio de Robin (…) sólo quiero estar con ella, escuchar sobre su día y contarle sobre el mío, quiero sostener su mano y oler su cabello, pero no, no quiero ser su estúpido novio.”
Hay una página de facebook que se llama adultecimientos, tengo todos, desde aconsejar a la gente a que se ponga un saco, pedir café de postre  y preferir juntarme a comer antes que a tomar, pero ya no me deprime, estoy viendo en TCM  una película que no conocía, Mel Gibson tiene como 35 años, significa que no llego a ser lo suficientemente adulta.
Sí, ya llegué a casa. Hamburguesas, Mel Gibson y el dolor de espalda.
-¡Qué laburante!
Me dice una de mis mejores amigas. Y bueno, gracias Perón por el aguinaldo y las vacaciones. Las pedí en enero, así que las voy a tener en febrero. Tengo que ir a OSECAC a darme de alta en la obra social. No tengo ganas, pero realmente, como dijo una rubiecita “me quiero enfermar tranquila”. No me enfermo nunca, pero cuando lo haga voy a estar 3 días en cama con anginas y me tengo que apurar antes de que eso pase…

Tengo muchas ganas de ver la película de Sebastián de Caro, si me vuelve a sonreír así, lo voy a invitar.



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