Son dos perfectos desconocidos,
con una pequeña porción de pasado en común, o quizás ya no, porque los
recuerdos se desdibujan, y cada uno guarda dentro suyo lo que puede cargar. No se lo cuentan a nadie, pero los dos le
tienen miedo al olvido. A olvidar, y más
que nada a que no los recuerden más.
El pasado se esconde en un
laberinto mental, queda atrapado en enredaderas
que hace el tiempo, y que ellos mismos quieren fortalecer para sepultarlo, pero a la vez se
arrepienten y se lastiman las manos intentando que por lo menos les quede algo.
Es posible que se hayan olvidado.
Pasa siempre ¿Por qué no les iba a pasar? ¿Por qué iba a ser distinta esta vez?
Si son dos perfectos
desconocidos, dos pares de manos lastimadas, y una porción de pasado en común o
quizás… son más que eso.
Se siente distinta la jaula y el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario